jueves, 29 de abril de 2010

Donde habita el olvido.

Mientras entran por los oídos de mis compañeros las palabras filosóficas del profesor, por mis pensamientos rondan otros cosas que no hacen que sea de buen gusto mi posición en este maldito lugar.
Todo cambia, pero no pensé que fuera ha ir tan deprisa. Y en este mismo instante, todo se descoloca y necesito poner un punto y final a este pensamiento, que se está haciendo tan brusco dentro de mí, necesito sentir aquel roce de tus labios por mi ser, quiero pensar que todo aquello que mantuvimos no fue fruto de un tiempo, no quiero oír la palabra “adiós” porque no está en mi diccionario.
Dime que en cuanto pase el viento sur esto, volverá a ser lo mismo.