lunes, 24 de enero de 2011

Quiéreme, si te atreves.

Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas. Mejor que la nocilla y los batidos de plátano. Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium. Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson
Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

lunes, 17 de enero de 2011

si o no?

Siempre he pensado que los mejores momentos son aquellos que te dejan sin palabras, sin respiración, con el corazón en un puño. Cuando ya termina tu vida, piensa en la cantidad de momentos de este tipo has vivido. Si puedes recordar más de uno, ten por seguro que habrás sido feliz.

martes, 11 de enero de 2011

El yo.yo sigue bailando

Mantuvimos la compostura en momentos en los que no merecía la pena, que
apesar de todo, hemos sabído salir adelante con pequeñas sonrisas.
Riendonos de las malas experiencias para aprender nuestros errores,
inspirandonos en teorías que redactamos bajo las piedras de aquel castillo.
A las buenas experiencias las llamamos malas, porque así vamos mejorando de lo que empezamos a realizar.

domingo, 9 de enero de 2011

¡Abuela, las calles están llenas de luces de colores!


Saco el billete de mi bolsillo izquierdo, ya que va llegando la hora de coger el bus hacia las tierras leonesas, cargada con varias maletas, unas llenas hasta los topes de ropa y otras con varios regalillos para la familia, que hace tiempo que no veo sus faces.
No me quito de mi cabeza, aquellos remordimientos de cabeza de este último mes, a lo mejor con unos días de descanso con la familia y varias salidas nocturnas pueden hacer que me olvide de todo los ajetreos que han rondado en los  anteriores cuarenta días. Han cambiado varias cosas por estas tierras, sé que con el frío de aquellas tierras se olvida o por lo menos, pasas menos tiempo comiéndote la jodida cabeza por unos días, y hace que desconectes.
Ah mama! ya está aquí el bus, dejé la maleta en el compartimento que me mandó el conductor y despedí de ella por unos días.
-  Buenas tardes-noches.
· Buenas buenas.
- El asiento treinta y siete es el que te corresponde en este viaje.
· Perfecto, gracias.
Pasé entre la multitud de personas que estaban en aquel bus, bueno me supongo que estuvieran allí para volver a casa por navidad, y esas cosas que hacemos todos por estas fechas.
 Tras unas tres horas de viaje, llegó por fin a mi tierra donde me esperan mis familiares. Como siempre preguntando lo mítico que tal el viaje y los que se quedaron por el norte.
Por fin llegamos a casa, ¡uff! esto otra clase de vida al calorcito de la chimenea de la abuela comentamos las novedades de este último año, digamos que el balance que hacemos por estas fechas, en familia.
Hubo unos cinco minutos que desconecté de la conversación, e imaginaba que unas navidades sin estar en el pueblo con la familia no sería lo mismo, que ha esto nunca se le puede fallar que es el lugar en el que me he sentido cómoda, en el que podía olvidarme de todos los agobios de exámenes y algún que otro chaval !Joder!
Como en casa en ningún sitio, como con la familia como con nadie.