con las manos.

Me he ido, no me busques por que no me vas a encontrar, me canse de esperar siempre con un libro, un café frió y una rosa que era lo único que me recordaba por que estaba allí, pero esa rosa ya se murió, igual que yo. 

no es que no quiera, es que no puedo

Y es el día de hoy en el que no puedo tener una queja de ti, que no puedo decir que no llenaste todos mis lares, que no dejaste que ni una lágrima se me escapara cuando la ocasión no lo merecía.

Que después de este tiempo, no me arrepiento de nada, que has tenido las buenas narices de sacar fuerza de donde no la había, que desviaste mis remordimientos a sitios donde las cosas son más fáciles, que tuviste un par de lo que se dice para hacer lo posible, por esos motivos son por los que no tengo queja.

Ahora mismo no se como mirarte, como decirte hola, como reaccionar cuando te tengo a menos de cuatro segundos, que me tiembla todo joder.

Nos vimos en Berlín.

unión que hace fuerza

menos que nada.

• No te separes de mí, ni cinco centímetros, quiero que te líes siempre en la rotonda y me vengas a buscar, y que me mandes cuadernos y me fabriques recuerdos y que me traigas la lluvia todos los días.

•  Me voy a quedar a tu lado fabricando todos los recuerdos del mundo, para que un día te vayas a la cama y te des cuenta, que estoy en casi todos los instantes que te hacen sonreír.
• ¿Sabes? Que me encanta que estés aquí, que vengas con tu cuaderno con tus ganas de estar conmigo, con tu entusiasmo y con esa sonrisa como si todo fuera posible. De pronto me he dado cuenta de que eso es lo que quiero, que todo sea posible todos los días de mi vida y voy a por ello. Te elijo, te elijo a ti. Y vamos a llenar ese cuaderno y 50 como ese. Te quiero.