miércoles, 29 de septiembre de 2010

ser o no ser.

entiende el porqué.
Somos todo sin ser nada.
Una sombra de lo que pudo haber sido,
un destello de sensaciones enterradas muy profundo.
Que nadie nos vea y que nadie nos mire,
pero que se mueran de envidia.
Porque es imposible parar algo inevitable 

sábado, 25 de septiembre de 2010

Quiero escuchar tu voz.




Cinco de la mañana, mirando a las musarañas en la cama y siento que el móvil empieza a lucir fogosamente.

¡Si! es el, no me explico que querrá a estas horas de la madrugada pero no dudo ni un instante en responder.

-Buenas noches
· ¿pero que horas son estas?

-lo sé, pero me apetecía escucharte y hacer algo juntos.
. ¿cómo qué?

-el otro día vi una película que me sugirió una gran idea. Déjate llevar por mí, si es que confías.
Acaté todas sus ordenes e iba paso a paso, según lo que él me decía.
Dejé mi cuerpo lo más relajado posible y las mis manos se guiaron a donde el guiaba, a veces me decía como se comportaban las suyas. Iba en aumento el proceso de acción-reacción.
Las respiraciones de ambos se iban agilizando con el paso del tiempo y mi mirada andaba perdida intentaba buscar un punto fijo pero en ese momento no era capaz de concentrarme en eso.
Cuando la cosa se iba relajando me dijo que deberíamos colgar y por la mañana hablaríamos de nuestra nueva experiencia.
Lo último que él pronunció fue “Salvando las distancias pequeña”
Coloqué mis manos debajo de la almohada como acostumbro ha hacer y caí muerta del sueño

lunes, 20 de septiembre de 2010

dí, dime, dímelo.

Buenas noches, ¿te conozco?
Umm pues no sé. ¿ y yo a ti?, es que me suenas de verte.
A mi me suenan tus labios.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Aquella noche.

El brillo de tus ojos pronunciaban las leyes de aquella noche, tus labios marcaban el compás, y las manos recorrían aquel mapa de una punta ha otra sin tener complicaciones en su paso.Faltaba aliento en ocasiones, pero todo volvía a la calma, cuando se cruzaban las esas intensas miradas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

La vida no se mide por las veces que respiramos, sino por aquellos momentos que nos dejan sin aliento.

jueves, 16 de septiembre de 2010

sueño contigo.

Te quiero, ¿Y sabes porque lo sé?
Porque aún me despierto todas las mañanas queriendo ver tu cara antes que nada.

martes, 14 de septiembre de 2010

Promesas de algún día.

Quiero que te eches en mi cama, a mi vera y recorrer tu cuerpo con la yema de mis dedos, y sentir cada lunar que te hace especial y diferente a los demás.
Volver ha sentir el roce tus labios, que me hagas de rabiar y que me robes besos cuando yo no te los pida.
Y en el momento que te apetezca que cambiemos los papeles y seas tu el que recorras mi cuerpo como si fuera un mapa para que me estremezca.
Te quiero.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Domingo sangriento

Notas como el cuchillo empieza a rozar mis venas, mientras redactaba el mejor escrito, porque la imaginación había vuelto a mi.
Notaba los goterones de sangre que iban cayendo a las hojas y se mezclaban con la tinta azul de mi preciado bic y viajaban a la moqueta donde quedaría el recuerdo de esa lluviosa tarde de septiembre.
Notaba que mi respiración se aceleraba y el pulso variaba por momentos, necesitaba que alguien me parara mi mano derecha, pero no tenía a nadie que lo hiciera.
Me iba desvaneciendo por momentos, empecé a ver todo borroso y gris, hasta que mi cuerpo cayó en estado de shock.
Todo había sido un sueño, pero puede que sea un dejavu..

sábado, 11 de septiembre de 2010

Impulsos nerviosos.

Estuve al borde del abismo, pero algo me freno, cuando las yemas de mis dedos estaban rozando el límite, sentí aquellas suaves manos que agarraron mi brazo en el último instante, cuando mi cuerpo iba a ser arrojado al vació por su propia inercia y la que yo ejercitaba en esos momentos.
Sus labios pronunciaron las palabras mágicas, es duro, tenemos que vivir con ello, pero Te quiero.
No dude un instante en lanzarme a su cuello y abrazarlo como nunca antes lo había echo y en decirle las cosas que nunca le susurre al oído.

Deseos caprichosos.

Me gusta que tengas frío cuando fuera hace 21ºC, me gusta que te cueste una hora y media pedir un sandwich, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, me gusta oler tu perfume en mi ropa después de pasar el día contigo y quiero que seas la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches.

jueves, 2 de septiembre de 2010

mil y 2 noches.

Pocas letras componen la esencia de la buena palabra, con la que expresé el tiempo que me rondaste por mis lares.
Cuando quise darme cuenta aquel olor de lavanda se habían ido de mis sabanas de terciopelo japonés, quise recuperarlo y lo conseguí pero las segundas oportunidades nunca han sido buenas o eso me dijeron una boca sabia.
Ha estas alturas digo que no me arrepiento de nada de lo que pude expresarte gestualmente y verbalmente.
Pd: a mis días se le suman 24 horas más de lo normal.