martes, 15 de diciembre de 2009

Desde España.

Cargada con un exceso de peso en libros , entro por la puerta principal del instituto bajo unas cuantas miradas y charlas de primera hora de la mañana.
Ocho y veinticinco, suena el timbre, sin algún animo saco los libros de la primera, observo como mis dos compañeras no ocupan sus sitios habituales, en todo la semana. Mientras transcurre la hora no soy capaz de concentrarme en la explicación de la pizarra, saber que me espera una semana tan aburrida, no me hago a la situación, los besos de buenos días, no volverán hasta el próximo año y esos abrazos de primera hora de la mañana con el fin de aportar energía en las seis horas lectivas. Se acabaron por unos días las discusiones con el de atrás, esos pases de gomas en las aburridas clases de historia, la fabricación de muñequitos pervertidos tras un duro examen de matemáticas, y que será de aquellas charlas sobre los agobios que nos esperaban en los días de exámenes o por la tardes. Faltaran una semana y se alargará hasta el años próximo.
Al regreso con las pilas cargadas todo volverá a su cauce.
Desde el norte de España, os recordamos.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Noche de agosto

La noche fue larga, una copa tras otra, gente que se tambaleaba al ritmo de aquella gran discoteca en el medio de la plaza, andábamos sin control.
Buenas noches chicas. Venga hasta luego, te dejamos aquí, que te quedas en buena compañía.
Cuando menos me lo esperaba gritaban a los cuatro vientos mi nombre, era aquella rubia que me dejo, con una buena intención en aquellos brazos. Se acercó con su adorable compañero que le daría una noche placentera en los verdes campos, bajo aquella maravillosa noche de agosto.
Estábamos hablando los cuatro, entre nosotras había un idioma que ellos no llegaban a comprenderlo, nuestros guiños, gestos y miradas. Sabíamos todo.
Al poco tiempo, un coche aparcó al lado nuestro, en unos momentos unos cinco individuos bajaron del coche y su principal objetivo era aquel maletero a rebosar de litros de alcohol, uno de ellos se quedó mirando de una forma poco discreta, cuando se acercó, ellos dos, reconocieron su cara, fue una conversación que a la rubia y a mí no nos interesaba, menos mal que no fue tan larga. Cuando aquella conversación hubo finalizado, no me dejo que pronunciara ni una sola palabra, el sació mis ganas con aquel beso.
Doblamos la esquina, y aposentados en un coche, supimos estar entretenidos durante unas horas.
Volvimos al lugar donde nos conocimos. y fuimos durante un tiempo escaso a ver a los nuestros que seguían con las copas alzadas al aire, que en cada vaivén salpicaba goterones de licor.
Nos encontramos de nuevo, y en aquel parque solo habitaba la soledad y la oscuridad bajo el resplandor de la luna, que en escasos tiempos daría paso al Lorenzo.
Aquella excitación múltiple no dejaba paso al respiro, dos respiraciones agitadas al compás de la música de fondo.
Eras lo inevitable de la noche, y supiste saciar mis ganas de la mejor forma.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Es así.

Vivimos con distintas cosas a las que éramos, escribimos cosas distintas a las que pensábamos, pensábamos cosas distintas a las que esperábamos, y lo que queda es distinto a lo que planeábamos.

martes, 8 de diciembre de 2009

Mundo del estudiante

Desde hace unos días todo mi mundo se resume a una mesa, con libros y varios apuntes de diferentes materias de las cuales me tengo que examinar en tres días.
Entre el play y la pausa del estudio me da tiempo a un café, y una breve charla con mi madre.
Esperemos que estos agobios y tantas horas de estudio tengan alguna recompensa, que merezca la pena.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Más por menos

Desde la ventana veo como arrancan el coche y se van sin mí, esto es lo que demuestran cada día. Nada les importa ya de mi, solo quieren ser felices ellos, los demás le dan igual son una piña de tres.
Mejor partiré hacia el centro del país recuerdo todavía que por aquellas tierras, el sentimiento de cariño sigue vivo, no como el vuestro.